Es difícil creer que hayan pasado poco más de dos años desde el inicio oficial de la pandemia. Ahora, el virus parece estar bajo control, las vacunas contra el COVID-19 están disponibles, la gente vuelve a viajar y la mayoría de los negocios han reabierto sus puertas.
Sin embargo, podría decirse que seguimos viviendo en tiempos extraordinarios. El modo en que muchas empresas funcionaban antes de la llegada del COVID no es el mismo que el de la mayoría de las actuales. En nuestro mundo post-COVID siguen existiendo enormes desafíos, especialmente en lo que respecta a la seguridad de las instalaciones y a la garantía de la salud y seguridad de los empleados, invitados y vendedores.
En el pasado, en un día normal, los guardias de seguridad se centraban en el control de acceso, la gestión de la identificación, las amenazas potenciales y reales, y un excelente servicio al cliente. Esas preocupaciones y responsabilidades siguen existiendo. Sin embargo, en un mundo post-COVID, la forma de llevar a cabo esas responsabilidades ha cambiado drásticamente.
La pandemia de COVID-19 ha creado directrices de seguridad y un nuevo perímetro de seguridad. ¿Qué es y qué papel desempeñan los guardias de seguridad en su protección?
Nueva seguridad, nuevo perímetro
Antes de COVID, la seguridad del perímetro solía empezar en el vestíbulo. Los guardias de seguridad solían ver a cientos de empleados, clientes, vendedores y demás personas pasar por el vestíbulo de una instalación cada día. Estas personas debían ser investigadas o examinadas, necesitaban ayuda para acceder a los ascensores y a los niveles superiores, o necesitaban indicaciones para llegar a un edificio de oficinas concreto.
Después de COVID, esos vestíbulos tienen un aspecto muy diferente. Mientras que un control de identidad podía tener lugar en un mostrador de bienvenida en el vestíbulo, en la puerta de un ascensor, en un muelle de carga o en otra zona, en muchas instalaciones, el nuevo perímetro de seguridad se ha desplazado. Ahora es probable que las instalaciones hayan mantenido un perímetro de seguridad fuera de las instalaciones o directamente en la puerta de las mismas.
Algunas empresas incluso han establecido el control en las puertas de las instalaciones, lejos de la entrada. Los nuevos procedimientos de inspección y control de acceso también pueden incorporar controles de temperatura, controles de máscara y garantizar las normas de distanciamiento social, incluso en un mundo posterior a COVID.
Un nuevo perímetro de seguridad significa ahora que los guardias de seguridad deben encontrar nuevas formas de interactuar y comunicarse con las personas que quieren acceder a los espacios sin intervención física.
Actualización de los procedimientos de formación de los guardias
Al comunicar los nuevos sistemas de seguridad del perímetro comercial a las partes interesadas, es importante tener en cuenta que la formación típica de los guardias de seguridad puede incluir los servicios de seguridad previos a la COVID. Debido a las amenazas de seguridad únicas de COVID-19, las expectativas de seguridad física durante la pandemia son innegablemente diferentes.
Pero lo diferente también puede ser bueno. Los vigilantes de seguridad pueden adoptar un papel proactivo en la aplicación de nuevas tecnologías y nuevos protocolos. Incorporar las últimas soluciones de seguridad perimetral es una tarea mucho más fácil con la tecnología de su lado.
Por ejemplo, las nuevas aplicaciones para teléfonos inteligentes, incluidos los nuevos programas informáticos, pueden facilitar la toma de temperatura, el seguimiento, la localización de empleados o visitantes y la aplicación de protocolos de distanciamiento social.
Además, la formación para asegurar el nuevo perímetro puede ser más fácil y rentable con herramientas y clases de formación virtual. En muchos casos, formación de guardias puede hacerse en línea con una instrucción de seguimiento hecha en persona.
Mayor importancia a la experiencia
Antes de que existiera el COVID, los guardias de seguridad eran a menudo la primera línea de interacción que un negocio tenía con sus clientes. Eran responsables de otra función, además de velar por la seguridad: ayudar a los clientes en lo que necesitaran. Esto no ha cambiado. Debido a un nuevo perímetro y a la normativa de seguridad COVID-19, el servicio al cliente es un poco diferente.
En estos entornos y en estos momentos, los guardias de seguridad que establecen y luego comunican el nuevo perímetro pueden ayudar a mitigar las frustraciones de los empleados que pueden no entender por qué tienen que ser investigados fuera de las áreas normales.
También existe la oportunidad de centrarse en las experiencias del personal y en la mejora del compromiso, de modo que cuando las oficinas estén dotadas de todo el personal -cualquiera que sea el significado de "totalmente dotado"- los empleados, visitantes y huéspedes sigan viendo un equipo de seguridad bien formado y con conocimientos que pueda atender sus necesidades de seguridad y protección tras una pandemia.
Decir que COVID-19 ha sido duro sería decir poco: para muchas empresas, representa el mayor reto al que se han enfrentado. El nuevo perímetro de seguridad y la forma de controlar a los empleados, visitantes y proveedores es difícil, pero no insuperable.